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jueves, 15 de mayo de 2025

Tus ojos, María

 

Tus ojos, María,

el perfume de tu llegada,

tu punto de sombra

en los ojos,

tu risa silenciosa,

tu sombra contenida,

tu gesto inquieto,

tus palabras rectas,

tu mano cadenciosa,

tu forma de callar,

tu prisa, María,

siempre

por estar donde llegaste,

donde querías estar,

los pájaros de la tarde,

el ciprés,

tu manera de mirar,

tu calma por el aire,

tu fe, María,

en una cosa vasta

que no pudiste encontrar,

por fin tu desencanto,

María,

tu destino de niña,

tus dedos dibujantes,

tu alma en otra parte,

tus palabras vanas,

tu forma de decir,

tus ojos, María,

tus ojos que no olvidan,

tu blusa,

los brillos de tu cartera,

tu don de sonreír,

tus pies, María,

el sonido de tus pasos,

tus sandalias,

adónde nos lleva la vida,

tu forma de partir.

lunes, 7 de abril de 2025

Entre millones de mundos posibles

 

Entre millones de mundos posibles

ocurrió éste,

en el que vos y yo,

un día y por casualidad,

nos encontramos,

y después,

un día y quizás también por casualidad,

distraídamente,

y ya para siempre,

nos abandonamos.

viernes, 21 de febrero de 2025

Una vida de Buda

 

Como la tragedia griega,

la naturaleza,

ella también,

no sabemos bien si por decoro,

o por pudor,

oculta la muerte...

la oculta en sus pájaros,

en sus animales,

en sus hombres,

como si se sintiera avergonzada

o culpable, tal vez,

o infame,

de matar diariamente,

a plena luz del día,

aquello que ella misma

y sin coacción,

ha criado.


Como Siddharta,

un día en el camino

descubrimos,

nosotros también,

que vamos a morir,

algunos lo hacen para siempre,

otros, casi todos,

apenas con interés,

intactos,

y pasan toda la vida,

esa vida,

como flotando,

en una triste inmortalidad.


Cada miles de años,

sin embargo,

se dice,

nace Buda,

y él sólo es el que sabe.


El aire insípido del mundo,

mientras tanto,

pertenece a todos,

los otros,

nosotros,

los insulsos,

los livianos,

los incomprensibles,

los que caminan por el agua incolora

sin mojarse,

siquiera,

las ramas de los pies.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Oda a Schopenhauer

 

Mirar una hoja,

quedarse en la hoja,

morirse del árbol.


Llegar a un camino,

oír lo que pasa,

ser sólo ese oído.


Andar suavemente,

pisando sin peso

la prisa de otros.


Volver poco a poco,

es otro el que espera

que vuelvas a casa.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Ahora, el campo

 

Ahora,

una flor que no reconoceré

está brotando en un campo

de la provincia de Buenos Aires,

en este momento,

un caballo deja su pisada lenta

de barro

al borde de una bebida,

justo ahora,

un pájaro trina de hambre,

y otro de seducción,

para el apareamiento...

es posible que ahora,

la rama de un árbol

se resquebraje por el viento,

que una mora caiga del árbol,

que una gota que parece de vidrio

descienda

con lentitud

por la corteza de un pino,

que un ave abra su pico

alrededor del cuerpo blando y húmedo

de un gusano de tierra...

justo ahora, sin duda,

el pasto se inclina,

los árboles se balancean,

la tierra se agrieta o se moja,

el cielo se nubla o se limpia,

las hojas tiemblan y alguna hoja se cae...

y yo,

que estoy en otro sitio,

que veo las calles pasar ligero,

la sucesión de los automóviles,

siento en mí la vida lenta del campo,

su pequeña variación,

su movimiento, su modificación...

y yo,

que no estoy allá,

presiento sus vibraciones,

en mí,

sus formas cambiantes,

su quietud aparente, también,

y su pudor...

y sin embargo,

nada habrá cambiado cuando volvamos allá...

el campo, como los hijos,

es una extensión

que nos devuelve siempre

a la primera vez que lo vimos vivir.

martes, 15 de octubre de 2024

Ir al campo

 

Ir al campo,

abrir la mirada,

mirar un caballo a lo lejos,

lo imperturbable,

lo inasequible,

por todo lo abierto,

sentir todo el cielo,

sentir cómo crece a lo ancho

lo amplio,

lo inmenso,

sentir todo el campo,

perderse en las líneas de cada camino,

llevar a los ojos lo alto,

lo extenso...

ir al campo,

abrir la mirada,

perderse en lo vasto,

unir en los ojos el campo y el cielo,

todo eso preciso,

sólo eso me basta,

eso nada más quiero.


jueves, 26 de septiembre de 2024

No hay nadie más acá

 

No hay nadie más acá,

no sé quién soy,

ni importa siquiera

de qué se trata todo esto,

no sé qué me rodea,

si es que algo me rodea,

no sé qué día es ahora,

no recuerdo mi nombre,

ni mi edad,

ni la coloración de mi pelo,

de mi lengua,

no sé qué busco,

ni qué procura mi vida,

ignoro el pasado,

no sé qué viene después,

he borrado los lunares de la piel,

los cristales de los ojos,

la forma entera de mi cuerpo

se ha borrado,

no quiero nada,

no busco nada,

no oculto nada…

estoy cantando.